Horario de verano

El pasado 31 de octubre terminó el horario de verano, por lo que hubo que retrasar el reloj una hora.



Siempre ha habido mucha controversia alrededor del horario de verano, sobretodo con respecto a los efectos en la salud de las personas.

Por un lado hay varios estudios que demuestran la existencia de efectos secundarios debido a la aplicación del horario de verano, y por otro hay también estudios que aseguran que cualquier efecto secundario es mínimo y temporal.

De hecho, se dice que acostumbrarse a la aplicación del horario de verano o a su terminación nos lleva tan sólo ocho días máximo. Que después de eso, cualquier molestia de las personas no es más que sugestión.

Sin embargo, hay un detalle en el que nadie recapacita en estas discusiones: Independientemente del horario de verano, la utilización de "horarios" es meramente artificial.

Lo cual significa en sí, que cualquier horario humano produce consecuencias secundarias que se pueden traducir en trastornos de sueño y alimentación.

En la naturaleza, los animales (incluyendo al ser humano) están adaptados para despertarse al amanecer y dormir al anochecer (al menos en los animales reconocidos como diurnos); pero con la llegada de la luz artificial y el reloj, este ciclo se ha ido modificando a una velocidad impresionante.

De manera que en la actualidad el ser humano puede desvelarse trabajando o por diversión, lo mismo que madrugar con pocas horas de sueño o dormir hasta pasado el medio día (los que tienen la oportunidad y fortuna de hacerlo).

Obviamente esto ha traído consecuencias positivas y negativas, entre la negativas contamos todas alteraciones de nuestro estado de salud. Las positivas podrían contarse en nuestro abanico de posibilidades para aumentar nuestra productividad o diversión.

Por lo tanto, me parece que las discusiones acerca de los efectos secundarios en la salud de las personas ocasionados por el horario de verano, son en realidad bastante insignificantes comparadas con los efectos que ha traído la implantación de horarios artificiales creados desde hace mucho por el humano.

Por supuesto, cualquier efecto que altere la salud debe ser inmediatamente tratado, aunque tendríamos menos alteraciones si dejáramos de presionarnos tanto por el reloj.