Archivo de Ecosofia (2006-2017)
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Bienvenidos/as al archivo de Ecosofia.org, un sitio que recogió entre 2006
y 2017 una mirada a favor de los derechos animales.
Agradecemos a todos/as por...
Según un estudio realizado por la Universidad Australiana y dirigido por Will Stefeen, estamos en un punto en que la Tierra podría quedar inhabitable para los humanos de forma irreversible.
Desastres irreversibles
¿POR QUÉ?
Él explica que podría deber a un "efecto dominó" que puede activar un sistema de retroalimentaciones.
Desde hace tiempo se sabe que a partir de la Era Industrial la temperatura ha ido en aumento y con ello también el derretimiento de los polos y el incremento en el nivel del mar.
De hecho la temperatura cada año aumenta en 0.17 grados.
Stefeen asegura que en el momento en que la temperatura aumente 2 grados por encima de lo que existía en la Era preindustrial habrá una reacción en cadena que provocará lo siguiente:
Descongelamiento del permafrost.
El permafrost es el hielo de los polos que se encuentra en el subsuelo y en teoría debe estar siempre congelado, pues su interior resguarda enormes cantidades de gas metano de la materia orgánica que se ha ido acumulando a través de millones de años.
De acuerdo con Stefeen, con un incremento de 2 grados de temperatura esta capa podría descongelarse y liberar todo ese metano. Aquí un video que lo explica:
Lo anterior podría provocar:
Pérdida del metano hidratado de las aguas marinas.
Debilitamiento de sumideros de carbono en tierra y mar.
Aumento de la respiración bacteriana en los océanos.
Muerte regresiva de la Selva Amazónica y el Bosque Boreal.
Reducción de la capa de nieve en el hemisferio norte.
Pérdida de hielo marino en el verano ártico.
Reducción de hielo marino antártico y capas de hielo polar.
Todo lo anterior liberaría el carbono almacenado en la tierra a lo largo millones y millones de años, provocando un escenario catastrófico e irreversible para los seres humanos. Las temperaturas aumentarían desproporcionadamente y las aguas crecerían 10 a 60 metros por encima del nivel del mar.
Si se llega a este punto de no retorno, darán igual todos los tratados internacionales que se firmen o incluso que los seres humanos dejen de producir grandes cantidades de CO2, el destino de la raza humana estaría dictado para siempre.
Hoy Pictoline compartió con sus seguidores la historia del primer hombre sobreviviente a 2 bombas atómicas: Tsutomu Yamaguchi.
Tsutomu Yamaguchi era un hombre normal que visitaba Hiroshima un 6 de agosto. Estaba viajando por motivos de trabajo y esa mañana estaba preparándose para acudir a sus reuniones.
A las 8:15am cayó la bomba sobre Hiroshima.
La explosión de la bomba atómica le rompió los tímpanos y lo cegó de forma temporal. Su cuerpo quedó con graves quemaduras ese día.
Ese día pasó la noche en un refugio antiaéreo, descansó, y a la mañana siguiente regresó a su hogar... en Nakasaki.
Durante tres días Tsutomu Yamaguchi intentó seguir una vida normal a pesar de no haberse recuperado todavía de las graves quemaduras. El 9 de agosto se presentó a trabajar aún en el estado en que se encontraba.
Ese día, a las 11:01am, Estados Unidos lanzó la segunda bomba en Nagasaki y Tsutomu Yamaguchi también sobrevivió.
En 1957 el gobierno japonés reconoció a Tsutomu Yamaguchi como un "Hibakusha", un sobreviviente a la bomba, pero sólo de Nakasaki.
Fue hasta 2009 que el gobierno también lo reconoció como Hibakusha de Hiroshima.
A pesar de haber estado tan expuesto a los efectos de las bombas, Tsutomu Yamaguchi tuvo una larga vida y vivió hasta los 93 años. El tuvo la suerte de sobrevivir y no enfermar, como le sucedió a tantas personas.
Hoy 6 de agosto se conmemora esta terrible tragedia. Aunque Estados Unidos siempre aseguró que lanzar las bombas era la única forma de acabar con la guerra, eso no justificaba la matanza a personas inocentes ni el daño a las ciudades, las cuales tardaron años en recuperarse del daño civil y ecológico.
Hace poco me encontraba viendo un excelente documental sobre los peligros de los dispositivos médicos y la forma exprés con que se aprueban hoy día. El programa habló en particular de tres casos: el envenenamiento por cobalto en implantes de cadera, la encarnación de mallla de propileno y el anticonceptivo permanente Essure.
Para quienes no lo conocen, Essure es un diminuto dispositivo que salió a la venta en 2001 y se anunciaba como toda una revolución del mundo anticonceptivo: un pequeño resorte de titanio, permanente, que evita el embarazo y que se implanta en consultorio sin anestesia, cirugía, ni efectos secundarios... o eso nos hicieron creer.
Y es el que dispositivo es sumamente fácil de implantar y la mayoría de las mujeres no tiene efectos. El tornillito de titanio, níquel y otros metales se implanta en las trompas de falopio mediante una gran pistola, y a partir de ese momento el aparato provoca tal reacción de inflamación que comienza a cubrirse de tejido tapando el conducto, en otras palabras y como dicen en mi país "la cosa se encarna".
Aunque los efectos secundarios pudieron verse desde el inicio y en las pruebas de ensayo, Bayer se encargó de minimizar las declaraciones que las mujeres hacía respecto a las dolencias: dolor abdominal, migrañas, sangrados irregulares o excesivos con coágulos, fiebre, infecciones vaginales y urinarias, y un largo etcétera; sin contar con que varias de ellas ni siquiera tuvieron el efecto anticonceptivo buscado.
¿Qué hay de aquellas mujeres que tienen efectos secundarios con Essure?
No hay forma segura de quitar el dispositivo. Para quienes han tenido la mala fortuna de tener encarnado algo (como una uña, por ejemplo), saben que a veces la única forma de desprenderse del sufrimiento es la extracción; pero en el caso del Essure, ya que está completamente adherido al tejido, sólo se puede extraer de forma segura extirpando las trompas. De lo contrario el resorte puede romperse o fragmentarse y provocar una interminable lista de malestares tales que la vida de la paciente se puede volver un infierno.
Así le ha pasado varias:
A una mujer el dispositivo se le movió al útero, provocando una seria infección uterina, al intentar extraerlo el aparato se fragmentó en varios pedazos a lo largo del espacio uterino y terminaron por encarnarse todos ahí y en otras partes cercanas al órgano; a pesar de que tuvo varias cirugías y una histerectomía, la paciente jamás volvió a tener una vida normal y quedó con secuelas permanentes, entre ellas relaciones sexuales dolorosas (en nota aparte, muchas mujeres fueron abandonadas por su esposos por este motivo).
En otras, han quedado insertas en ellas más de dos dispositivos, pues cuando la puesta de uno falla los médicos intentaban implantar otro (ya que el anterior era difícil de sacar sin causar daños mayores).
Unas más han tenido reacciones alérgicas al níquel, agravadas porque el carácter permanente del aparato.
En casos más raros, el Essure se movió a órganos como ¡el intestino!
Han sido tan graves los efectos que el Essure tuvo que ser retirado del mercado en Europa y justo este año se prohibió la venta en Estados Unidos gracias a la incansable lucha de cientos de afectadas. Sin duda esto quedará como un mal precedente en la historia médica.
Actualmente vivimos en una época que nuestros ancestros jamás imaginaron ni en sus más locas pesadillas: Consumir más recursos naturales de los que el planeta puede renovar. Ayer fue el EARTH OVERSHOOT DAY, y según información del sitio Overshootday.org estamos gastando los recursos equivalentes a 1.7 planetas Tierra cada año.
¿QUÉ ES EL EARTH OVERSHOOT DAY?
Desde hace muchísimos años se sabe que el ritmo de consumo actual puede llevarnos a un inminente desastre ecológico nunca antes visto por el ser humano. Es por eso que la Global Footprint Network -dedicados a medir la huella de carbono que dejamos- cada año calcula la fecha en que la humanidad ha gastado más recursos de los que el planeta Tierra puede renovar para este período.
Para 2018 ese día cayó ayer:
Miércoles 1 de agosto.
¿Qué significa?
El siguiente video lo explica:
Básicamente, lo que nos dice es que es como una cuenta bancaria: durante los primeros meses depositamos ahí nuestro salario regular y vivimos de ello, pero en algún punto dejamos de percibir nuestro ingreso así que tenemos usar los ahorros y vivir del crédito.
Para quienes han estado en una situación de paro, saben perfectamente de lo que les hablamos. Ahora imagínate esta crisis pero en un nivel ecológico global.
Es por eso que Overshootday.org tiene la campaña "#MoveTheDate", para que tomemos conciencia de que debemos hacer algo.
¿Qué hacer?
Hay varias alternativas: usar energías renovables, disminuir el consumo de carne, comprar a negocios locales, y muchas más.
Todas las personas podemos hacer algo para reducir nuestra huella de carbo, es cuestión de ponerse en acción.
Hace pocos días la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos determinó que los remedios homeopáticos deben incluir una advertencia sobre su ineficacia.
Cuando publiqué una infografía al respecto en mis redes sociales mucha gente enfureció.
Hubo opiniones a favor (entre ellas la mía), basadas en razones de peso:
a) Nunca ha habido evidencia científica de la que la homeopatía funcione.
b) La homeopatía se basa en una extraña creencia de que el agua puede recordar las propiedades químicas de los venenos que en ella se disuelven, aunque la cantidad que se mezcla es prácticamente una nada.
Mientras que la mayor parte de las personas que opinó a favor, el argumento "fuerte" siempre fue:
A MÍ ME FUNCIONÓ
Yo no quiero ofender a las personas que están a favor, y no dudo que muchas personas se sientan mejor al tomar los chochitos por el simple hecho de que desean sentirse mejor (efecto plascebo le dicen); pero también hay que hablar del lado malo de las cosas.
Que una cosa "funcione" para mi, sólo significa que me hace sentir mejor o reconfortada de alguna forma, pero no necesariamente que objetivamente hablando tenga un efecto químico-orgánico sobre el cuerpo humano.
Mi abuela por ejemplo, tenía miles de remedios de plantas y solía curarnos las indigestiones con té de chaparro amargo. Además de que el brebaje tenía un sabor repugnante, nunca nos curó nada; pero claro, la indigestión solía pasar sola de forma natural después de unas horas y ella siempre le achacó la mejora al dichoso té, y esa forma de pensamiento ocurre todo el tiempo.
Es como la piedra para ahuyentar tigres que mencionan en los Simpson.
Por cierto, en familia hubo dos casos graves de personas que casi mueren por confiar su salud a la homeopatía.
El primero fue mi madre. Un Año Nuevo comió demasiados postres y comenzó con un dolor de barriga tremendo, o nosotros creíamos que había sido por eso que se sentía mal. Firmes creyentes de la medicina alternativa, mi mamá bajó al consultorio del homeópata que por supuesto le recetó gotas, chochos y té de manzanilla.
Mi mamá no mejoró, al contrario, el dolor se intensificó tanto que a la mañana siguiente no podía hablar ni caminar. La llevaron al hospital, en algún momento del trayecto empezó a sentir que el dolor disminuía pero igual la internaron: tenía apendicitis, pero había pasado tanto tiempo sin atención que el apéndice se reventó.
En realidad, para cuando mi madre llegó al hospital ella ya estaba en condición de peritonitis, circunstancia sumamente mortal que se pudo haber evitado si hubiera acudido con un médico de verdad desde el inicio.
El otro caso fue el de mi tía. Desde muy joven padecía de obesidad y bebía mucho, influenciada por entonces conflictiva pareja. A cierta edad le diagnosticaron daño renal, por lo que debía entrar en tratamiento. Nuevamente, prefirió ir a un homeópata al que le permitió recetarla igualmente con gotitas y chochitos durante muchos años. Al paso del tiempo ella sentía que su salud empeoraba así a los chochos en alcohol agregó las consultas a las Flores de Bach, los jugos Noni y cuanta planta se le atravesara. Nada de esto la ayudó.
Finalmente mi tía quedó en un estado lamentable y terminó en hemodiálisis de una forma más rápida que si hubiera comenzado tratamiento desde que fue diagnosticada, peor en un breve período la única salida se convirtió en esperar el transplante de ambos riñones. Eso nunca sucedió, desgraciadamente no se encontró a nadie compatible dentro de la familia y la lista de espera en hospital era muy larga, ella murió, no tenía más de 45 años, nunca pudo ver crecer a sus pequeños nietos que en ese tiempo a penas llegaban a los 2 años.
¿Qué recomendaría yo a las personas que usan estos remedios?
Que lo sigan haciendo, tampoco me gusta pelearme con amigos y desconocidos por esta cuestión, y bien que mal no les hace daño; pero les diría que si enferman acudan también a un médico para que los cure de verdad.
Entiendo cuando las personas enfurecen cuando algunos decimos "la homeopatía es un fraude", entiendo por qué la defienden vehementemente, pues yo misma he visto esas actitudes tanto en mi madre como en mi tía, como también las veo en una de mis mejores amigas que desde hace algunos años padece malestares estomacales sin saber a ciencia cierta por qué, pero aún así decide seguir tomando gotas, jugos y chochos en vez de acudir a una consulta. Me entristece pensar que quizá para cuando decida atenderse sea muy tarde.
Hace poco una amiga publicó en su cuenta de Facebook un artículo con el siguiente encabezado:
"8 de cada 10 mexicanos tienen una dieta restrictiva".
Sin pensarlo mucho ni haber leído la nota a profundidad comenté que eso se debía porque había mucha desinformación.
Mi amiga es vegana, por lo que inmediatamente preguntó a qué me refería, esto seguido de un emoji de sorpresa.
Fue entonces cuando leí la nota con detenimiento.
Como estudiante de nutrición, para mi una dieta restrictiva es una de esas que las personas se encuentran en internet, o se las recomienda la mejor amiga, o la tía, etc., para bajar de peso. Evidentemente estoy en contra de esto porque además de que suelen ser poco efectivas, muchas de éstas pueden llevar a graves daños en la salud de las personas.
Sin embargo, el artículo no se refería a esto precisamente, sino a que cada vez va en aumento el número de personas que se restringen de comer algún alimento en particular, ya sea por salud o por ética.
Lo cual significa que cada vez más personas se vuelven vegetarianas, veganas, o dejan de tomar lácteos, o dejan de comer gluten, etc.
Aún así, después de leer la nota, me quedé pensando en que el hecho de restringirse de todos esos alimentos no necesariamente te vuelve más saludable.
Mucha gente enferma por volver vegetariano estricto, y aunque varias personas afirman que hay gran cantidad de información para llevar este régimen sin problema (y esa puede ser una afirmación verdadera), lo cierto es que la gran mayoría de las personas no suele poner en práctica lo que lee (si es que realmente lo hace).
Y esto pasa por los mismos motivos que la gente omnívora no tiene una adecuada alimentación: factores ambientales, sociales, psicológicos, etc. Las personas alegan falta de tiempo, exceso de trabajo y muchas cosas más.
A lo que voy, cualquier régimen alimenticio puede llevarse a cabo de forma adecuada puesto que estamos hechos para adaptarnos y comer lo que tenemos a la mano; pero poca gente lo consigue, por esa razón creo que la salud no está en restringirse de un alimento o de otro, sino de llevar una dieta equilibrada con todos los grupos alimenticios (y ojo, esta dieta puede ser con carne o con ella, con lácteos o sin ellos, con trigo y sin trigo).
Y para esto hay que informarse bien.
Por ejemplo, a pesar de lo que muchas personas opinan, es mucho más fácil encontrar el hierro en el mundo animal que en el vegetal, lo mismo que proteínas de alta calidad. Esto no significa que no puedas ser vegetariano, sino que debes ser más consciente de la preparación de tus alimentos: siempre acompañar las hojas verdes con alimentos ricos en vitamina C, y mezclar cereales y leguminosas para generar buenas proteínas.
Más complicado se vuelve cuando no se incluyen lácteos en la dieta, porque además del calcio son fuente de vitamina D; pero finalmente, si consumen maíz nixtamalizado (y sólo este) tendrán una fuente de calcio, así como tendrán su dosis diaria de vitamina D si se asolean 10 minutos diariamente.
Y para todo esto se requiere práctica constante.
Al final mi amiga no estuvo de acuerdo conmigo, ella considera que ya hay bastante información en Internet. Yo insisto en que si se va adoptar un régimen, el que sea, hay que acompañarse de un profesional de la salud.
