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Junto con el gorila y el chimpancé, el orangután es uno de los llamados grandes simios. Esta criatura de carácter pacífico y solitario vive en la espesura de las selvas de Borneo y Sumatra, dos de las islas más grandes del sureste asiático. Su nombre, compuesto de las palabras indonesias orang y hutan, significa "hombre de la selva".
El pelaje de los orangutanes es rojo y largo. Los machos llegan a medir 1.70 metros y pesar 90 kilos, el doble que las hembras. A veces producen una serie de gritos resonantes, conocidos como "llamadas largas", que pueden durar hasta cinco minutos y oírse a dos kilómetros de distancia. Rugen para ahuyentar a los rivales y atraer a las hembras.
Los orangutanes pasan la mayor parte del tiempo en los árboles. Durante la noche construyen ahí sus refugios para protegerse de la lluvia. También de los árboles obtienen su alimento principal: fruta, hojas, retoños y raíces.
Las hembras orangutanes alcanzan la edad reproductiva entre los 15 y 16 años, y dan a luz cada siete u ocho años. No suelen tener más de tres crías en toda la vida. El orangután es uno de los mamíferos con menor ritmo de reproducción.
El vínculo entre una madre y su recién nacido es muy fuerte. Las hembras cuidan a sus hijos por ocho años o más, durante los cuáles los preparan para la vida en la selva. En su primer año, las crías no se desprenden de su madre ni por un instante. Y en los siguientes años permanecen cerca de ella hasta que nace un nuevo bebé. Cuando eso sucede, las hembras adolescentes se quedan para observar cómo cria la madre. Los jóvenes machos por el contrario, se marchan en cuanto nace la criatura.
Los orangutanes son bastante hermitaños. Los machos no buscan a otros de su género, y sólo buscan hembras para aparearse. Las hembras tampoco conviven unas con otras, aún cuando lleguen a comer del mismo árbol.
Lo más importante de esta especie: Se encuentra en peligro de extinción.
De acuerdo a los expertos, esta especie no sobrevivirá más de 10 años.
En los pasados veinte años se ha destruido alrededor del 80% de su hábitat natural. Indonesia pierde cada día un promedio de 50 kilómetros cuadrados de bosque, lo que equivale a cinco campos de futbol por minuto.
El orangután es también blanco fácil para los cazadores. Sus cráneos se venden como "recuerdos" en el mercado negro y llegan a costar hasta 70 dólares. Hay quiénes los matan para consumo humano o porque los ven como una amenaza para sus cultivos.
Los orangutanes bebés se venden como mascotas, en precios que van desde cientos hasta miles de dólares. Al año se venden cerca de mil ejemplares.
Instituciones gubernamentales y privadas están haciendo todo lo posible por salvar al orangután. Para ello han creado centros de rehabilitación -así como reservas y parques nacionales-, han lanzado campañas educativas para concienciar al público y han hecho esfuerzos por detener la tala ilegal.
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