Tweetear |
Se supone que el gobierno de un país debe ser el primero en respetar sus recursos naturales, cuidar los intereses de su nación y sus habitantes y proteger los ecosistemas del territorio nacional; sin embargo, hace unos días leí la siguiente noticia:
Funcionarios del Gobierno de Manzanillo fueron denunciados por organizaciones ante la Procuraduría General de la República por la deforestación ilegal de manglares, debido a que falsearon información para talar 41.5 hectáreas más de las que habían sido autorizadas por la Secretaría del Medio Ambiente (SEMARNAT). Al destruir las 66.50 hectáreas de manglar se violan diversas leyes nacionales e internacionales.
En Colima actualmente hay 3,074 hectáreas de manglar y cada año se pierde el 2%, lo que equivale a 61 hectáreas. Diversos proyectos de infraestructura energética y portuaria, así como la ampliación del puerto de Manzanillo, han destruido manglares de manera irreversible. Este ecosistema es imprescindible para mitigar los efectos del cambio climático.
Los manglares cumplen una función muy importante: proteger las costas de la entrada de huracanes. Sin los manglares los huracanes tocan fácilmente territorio y se vuelven altamente destructivos, tal como pasó con el huracán Wilma.
Los funcionarios corruptos en afán de ganar dinero, permiten la tala ilegal principalmente para la construcción de centros turísticos, hoteles y otras atracciones que dejan ganancias monetarias a los empresarios nacionales y extranjeros.
La tala de manglares es un grave problema en esta época, pues los huracanes cada vez son más fuertes, y sin nuestra protección natural aumenta el riesgo de perder viviendas y a los habitantes de ellas.
Compartir
0 comentarios:
Publicar un comentario