Tweetear |
Hace varios meses ya del derrame petrolero ocasionado por la negligencia de British Petroleum. Como consecuencia, el gobierno de Estados Unidos aplicó un embargo a la compañía para que no pudiera seguir explotando petroleo en aguas profundas.
Sin embargo, a pocos meses del incidente, ese embargo se ha levantado con el pretexto de que ahora las medidas de seguridad serán “más estrictas” para evitar futuros accidentes de este tipo.
Los motivos reales de la administración de Barack Obama para levantar la medida, apenas a tres meses de haber sido impuesta, obedecen a las fuertes presiones de la industria petrolera, de los gobiernos locales y a los informes en los que se señala que existe una pérdida temporal de entre 8 mil y 12 mil puestos de trabajo en la región del Golfo.
Para algunos esta política es completamente cínica, porque se enfoca en hacer creer a los ciudadanos que la Casa Blanca ha resuelto todos los peligros de la perforación petrolera mar adentro y que con estas medidas todo volverá a la normalidad. Aunque a la fecha no existe un estudio que permita cuantificar el impacto en las costas y en las profundidades marinas luego de tres meses del derrame de hidrocarburos en el Golfo de México. Los impactos en el largo plazo no han sido tomados en cuenta al anunciar el levantamiento de la moratoria.
La desición es irresponsable e imprudente porque los científicos ni siquiera han evaluado el impacto ecológico de la catástrofe de British Petroleum y el petróleo sigue siendo arrastrado a la costa del Golfo.
Para México este también debe ser un llamado de alerta, porque la exploración de aguas profundas no ha dejado de ser riesgosa, y aunque aumenten las restricciones, eso no evitará catástrofes en el futuro, como las ya ocurridas en aguas someras con Petróleos Mexicanos.
0 comentarios:
Publicar un comentario